
Se puede jugar tantos jugadores como quieran.
Se divide la zona de juego en tantas partes iguales como jugadores haya, asignando una a cada jugador.
Se sortea qué jugador empieza a jugar.
El juego consiste en clavar el objeto punzante (hinque) en el territorio de otro jugador, haciendo una raya donde se ha clavado, ganando el jugador ese trozo de terreno que pasa a formar parte de su territorio.
El objetivo del juego es ganar todos los territorios.
Si el hinque no clava, clava en tu territorio o clava fuera de la zona de juego, el jugador pierde el turno pasando el turno al siguiente jugador. También se pierde el turno si se pisa en algún momento el territorio de otro jugador mientras se lanza o recoge el hinque.